Ciudadanas y ciudadanos de esta capital, nuestra hermosa Ciudad de México, de antemano les doy las gracias por visitar este espacio en el cual podrán encontrar toda la información relativa a nuestras aspiraciones de ser la persona Coordinadora de la Transformación en la CDMX. Pero antes de entrar en detalle, permítanme por favor contarles un poco de mi historia: de la persona, del ciudadano y del funcionario público que soy.
Soy originario de esta ciudad, nací en un pequeño sanatorio de la hoy Alcaldía Cuauhtémoc, crecí en el pueblo de San Bartolo Ameyalco junto a mis dos hermanos, me formé académicamente en la Facultad de Medicina de la UNAM, en Ciudad Universitaria, hice mi residencia en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán en Tlalpan, he vivido prácticamente toda mi vida en esta ciudad, donde nacieron mi hijo y mi hija, mi madre y mi mujer. Amo esta ciudad.
Soy la continuidad de la lucha de mi abuelo contra las fuerzas fascistas en la España de Franco, soy la continuidad de la lucha de mi padre médico por llevar la salud a los más pobres en este país que hizo suyo tras el exilio, fui parte del movimiento estudiantil por la democratización de la universidad en la década de los ochenta del siglo pasado, siendo preparatoriano me involucré en las campañas de alfabetización en las zonas más marginadas del país, donde enseñé a leer y aprendí a sentir.
Soy un hombre de izquierda que ha tenido la fortuna de vivir, desde adentro y en primera línea, el proceso de transformación de la vida pública de mi país, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y que tendrá en Claudia Sheinbaum, compañera de luchas y causas democráticas, a su mejor relevo.
Soy producto de mis circunstancias y, como médico y miembro del gobierno de la 4T, reforcé mis convicciones acompañando al presidente Andrés Manuel en el momento más difícil de su gobierno y de nuestra historia reciente como humanidad. De él aprendí a que el convencimiento es mejor que la fuerza, que la desigualdad social se expresa por todos los poros de nuestra sociedad y que por ello debemos decididamente priorizar a las poblaciones más pobres.
Aprendí que lo público se defiende y se amplía, que la paz solo puede ser producto de la justicia social, que se gobierna para todos y se hace separando el poder económico del poder político. Que es posible crecer económicamente, con equidad, si se elimina la corrupción y el dispendio.
Y hoy estoy aquí con el compromiso de seguir profundizando la cuarta trasformación que vive nuestro país y nuestra ciudad, donde nuestra Coordinadora, Claudia Sheinbaum hizo un trabajo impecable.
Este es uno de los retos más importantes de mi vida, y lo hago con la convicción y la confianza de representar la continuidad de nuestro movimiento y proteger y profundizar el legado de Claudia y de nuestro presidente.